Sin preguntas incómodas acerca de las gestiones de ésta y las corporaciones municipales anteriores en el tema; sin preguntas molestas acerca de las comentadas ausencias a la movilización de hace dos meses y las actitudes de los munícipes frente a la misma; sin nada de todo eso que tanto parece disgustar a algunas gentes, el alcalde de Tierz, Jesús Alfaro, se ha asomado esta semana a los medios para hacer constar su satisfacción por el proyecto de rotonda que, tras la movilizacion ciudadana de hace dos meses (movilización a la que fue expresamente invitado , y a la que no contestó siquiera) se ha dado a conocer.
Nos abstendremos de hacer juicios de intenciones; nos guardaremos de comentar, ni argumentadamente siquiera, diversas acciones que en círculos próximos al poder muncipal se han desarrollado desde que se conoció la convocatoria ciudadana ; y no lo haremos porque nuestros ojos están fijos tan sólo en una meta: la realización de esta rotonda (y la de Loporzano, y la de Quicena) y la mejora de la seguridad vial en la N240. Para ello, todos los esfuerzos (los auténticos, aclaro) son bienvenidos. Aunque algunos lleguen con una década de retraso.
Y ya que parece que la ciudadanía de Tierz (y el anuncio de Fomento, añado) ha conseguido despertar del sopor a los gobernadores del municipio, ¿que tal si les recordamos que, dentro del mismo ámbito de la movilidad vecinal, existe otra asignatura pendiente cual es el transporte público entre la localidad y la ciudad?