Lo que ocurre es que lo que antes se limitaba a unos cuantos improperios en la intimidad de la casa propia, hoy salta al conocimiento público por medio de las redes sociales. Cortes de suministro que, según se denuncian en las mismas redes, no afectan sólo por la incomodidad de los mismos, sino que interfieren en el propio trabajo informático y llegan a causar desperfectos en el aparataje doméstico.
Neveras, lavadoras e, incluso, una tarjeta de calefacción averiada según se dice. Y, ante ello, hay quien propugna la creación de una plataforma ciudadana, quien alienta a comunicar estos asuntos a prensa y quien pregunta donde está la corporación municipal. Eso sí, con inmediata intervención de participante apagafuegos, añado. Todo muy en la línea y desarrollo de la otra cuestión debatida recientemente; me refiero al asunto de la variante.
En fin ... Tiempo al tiempo.