10/2/14

Chesús Yuste y Alberto Esteban en las inmediaciones de Tierz esta tarde

El diputado por la Izquierda Plural de Aragón y el concejal oscense han desafiado esta tarde el frío intenso y el fuerte viento para pasear por el fantasmal tramo que corta la A-22 a su paso por Siétamo.
Parece que fue ayer, en las postrimerías de la hegemonía socialista en nuestra comunidad, cuando se inauguró el último tramo puesto en circulación. Al estilo de los que mandaban entonces (tan similar en muchas cosas al estilo de los que mandan ahora) contemplamos parafernalia con pantallas de plasma, coches oficiales con conductor, discursitos, el entonces jefe de la comandancia de la GC ordenando a sus hombres que tomaran filiaciones de los que protestaban ante lo que se barruntaba como el inicio de los recortes y, en fin, lo habitual. Decadencia.


Desde entonces la desidia y el abandono se han adueñado del lugar. Una carretera que no lleva a ningún sitio, un embudo estrecho que afecta a las poblaciones de Tierz y Quicena fundamentalmente, un dejarlo estar hasta que pase algo y, entretanto, dar uso a los radares depredadores que , en número de tres, aguardan el paso de los conductores...
Alta política, como puede apreciarse.



















No es sólo un paseo lo que protagonizan los dos chunteros. Les acompañan diversos medios de comunicación que recogen sus declaraciones. El hastío ciudadano con una obra de evidente utilidad y urgente necesidad que se demora, el encogimiento de hombros ante la caducidad de la declaración de impacto ambiental, las excusas... antes y ahora.
Al menos esta visita, además de lo higiénico que supone airear el problema no resuelto, nos ha traído un poco de esperanza. Que, a falta de rasmia de los que debieran en función de su cargo tenerla, no deja de ser algo positivo.
Gracias, Chesús; gracias, Alberto. Por pisar tierra; o asfalto prometido y nunca cumplido.





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