Los ridículos 100.000 euros que los PGE destinan para el tramo de la A-22 Sietamo-Huesca son
una bofetada en el rostro de los/as conductores de Quicena y Tierz que, varias veces al día deben sortear los peligrosos cruces que dan acceso o salida a dichas localidades.
En la práctica supone que, a escasos 13 kilómetros de Huesca, la autovía seguirá terminando en un barranco y que, en la práctica, el embudo circulatorio seguirá existiendo; y con él el grado de peligrosidad de una carretera impropia del siglo XXI que soporta un tráfico de 10.943 vehículos diarios.
NOTA: Post extractado de una nota de prensa de CHA, firmada por David Félez , coordinador de CHA-Uesca.
NOTA: Post extractado de una nota de prensa de CHA, firmada por David Félez , coordinador de CHA-Uesca.
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