Lleva ya un par de semanas operativa

 Y es ya una realidad que hará olvidar en breve tiempo los años de esperas interminables en el finiquitado cruce y los sustos inevitables en ese punto de alto volumen de tráfico y bajo nivel de visibilidad. Realidad que vuelve a ser plasmada en medios de prensa y remueve poltronas de mala conciencia.

Eran tiempos de reivindicación, no de reparto de medallitas

Este es el momento en el que tras años de desidia municipal, cuando no claro sabotaje a cualquier intento reivindicativo de la ciudadanía, las ratas pelean por subirse al barco pretendiendo apropiarse de un logro que no es suyo entre las aclamaciones cínicas de los palmeros de siempre. Para ellos serán las medallas (hay a quienes les puede mucho una chapita metálica) mientras a otros tan sólo les quedará de este capítulo el orgullo propio de saberse artífices, en ejercicio lógico de reivindicación, de un plus de seguridad vial.

Éstos , los segundos, pueden consolarse del ostracismo municipal releyendo hemerotecas y visionando antiguas intervenciones televisivas que dejan en su sitio a tirios y troyanos. Incluso, remedando el "¿Donde está Wally?", intentando ver alguna cara de la corporación municipal del momento entre las decenas de fotografías de esa concentración pro-rotonda predecesora del anuncio de Fomento del inicio de la obra.

Pero demos todo por bien empleado. Los insultos, los comentarios despectivos, el cachondeíto, el cinismo, las probadas muestras de incompetencia premiadas posteriormente por la lealtad ciega... Lo que importa es que, a partir de ahora, hasta el más cerril de los usuarios de la vía disfrutará de una carretera más segura y rápida.

Por cierto, estaría muy bien que el alcalde de la localidad, y ahora presidente de la comarca, se planteara un reto, que éste se lo hemos ganado los demás.

¿Para cuándo un servicio digno de transporte público? 

Y,sí, muy bien eso de reivindicar la finalización del tramo Siétamo - Lérida. Que algunos recordamos cuando, en compañía de los de siempre, inauguró la suspènsión del mismo acompàñado de jerifaltes del régimen en acto de triunfalismo (¿?) autista; acto que terminó con la identificación de personas que protestaban ante la provocación sin par del mismo.